domingo, 29 de noviembre de 2009

Luna Azul de 31 de diciembre de 2009.

Este mes de diciembre ocurrirá un fenómeno astronómico particular, que en realidad no tiene nada que ver con los astros, si no más bien, con la manera que tenemos los humanos de contar el tiempo a través de los calendarios.
Sí. Este mes de diciembre se producirá lo que se conoce como Luna Azul, y que no es más que una segunda Luna Llena en el mismo mes. No es una circunstancia común, ocurre cuatro años de cada siglo, y éste, 2009, toca. Tendremos Luna Llena el dos de diciembre y Luna Llena otra vez el 31 de diciembre, último día del año.
Lo de Azul es circunstancial por cuestión de la traducción del inglés Blue Moon al castellano, Luna Azul. En castellano, lo de Luna Azul no tiene ni pues ni cabeza, porque la Luna no se va a poner azul jamás, y da lugar a confusión.
Pero en inglés, si tiene sentido. Con Blue Moon, los angloparlantes se refieren a la tristeza y melancolía con que se despide un mes, con Luna Llena. Yo no le veo tristeza por ningún sitio, pero bueno, como son ingleses/estadounidenses ellos lo ven así, y punto pelota.
Pero claro en el mundo de habla inglesa también hay listos y utilizan los dichos y refranes como en castellano. En Estados Unidos te suelen decir, en inglés claro: ‘Vas a cobrar la factura esa cuando llegue el día de la Luna Azul’, lo que equivale en castellano a decir: ‘Te voy a pagar la factura esa cuando las ranas críen pelos en la barriga’ o más dichos parecidos.
De todas formas, no se verá azul la luna. Pero sí es una oportunidad para después de tomar las uvas en España, salir a la calle y mirar al cielo. Saber que es la última Luna del año. Si sois de los que vivís en mi tierra, en Jerez, mirad hacia la parte de Arcos justo en el momento en que sale la Luna. Si está la noche despejada, veréis el resplandor lunar salir detrás de las cresterías de la Sierra de Grazalema, y veréis, su silueta en el esplendor de la noche. Al verla salir, os parecerá grandísima, en comparación como cuando la veis encima del cielo. Eso se produce porque comparamos el disco lunar sobre el horizonte con objetos cercanos como pueden ser árboles o edificios.
Es un espectáculo siempre ver la Luna. Cuanto más si es la última de un año, que en mi caso, si me producirá una particular melancolía.
Y para melancolías, Blue Moon suena... ¿bailamos abrazados?

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