Saturno y Titán

Saturno podemos decir que es la joya de la corona. Sus anillos lo hacen distinto a todo lo conocido, aunque luego sabemos, que tampoco es tan raro tenerlos. Hay otros planetas en el sistema solar que lo tienen.

Saturno es visible a simple vista. Es el planeta más lejano que alcanzan nuestros ojos. Urano, en teoría debe verse porque su magnitud de brillo está en el umbral de la vista humana. Pero la realidad es que se necesita ayuda óptica para verlo.
Saturno. Qué maravilla. Saturno toma su nombre de la deidad romana Saturno, el Cronos de los griegos. Poca gente sabe que Saturno estuvo casado con Cibeles, nuestra Cibeles, sí, la de Madrid.
Saturno tuvo el favor de su hermano Titán, que le dejó reinar en su lugar, a cambio de que se comiera todos los hijos que tuviera, para que no le plantearan problemas de herencia. Cibeles evitó la muerte a uno de ellos Júpiter, que se reveló contra su padre, al que desterró.

Por todos estos méritos, estos dioses tuvieron el honor de poner su nombre a los planetas y satélites del sistema solar.
Esta foto que os pongo aquí, la ha obtenido el telescopio Hubble, el que está dando vueltas en el espacio. Es el planeta Saturno y delante de él vemos una bolita anaranjada. Es el satélite Titán, el segundo más grande del sistema solar, después de Ganímedes.
La bolita negra es la sombra de Titán sobre Saturno.
Titán, es también la única luna del sistema solar que tiene atmósfera.
Algunos piensan que puede tener vida microscópica. La sonda Huygens aterrizó en Titán en 2005 y nos mostró como era su superficie.



No hemos encontrado vida. Pero sí parece que hay mares de metano líquido. Imagínense. Un infierno para vivir. Para vivir nosotros claro.
Miren la foto. Miren Saturno. Miren la bolita de Titán. En el fondo, es como nosotros. Una bolita, aunque nosotros somos una bolita azul. Llena de problemas y amores. Llena de vida. ¿No es maravilloso?