miércoles, 23 de diciembre de 2009

La estrella de Belén


Cuando comencé en el mundo de la astronomía no existían las computadoras al alcance de los trabajadores. Cuando tuve la primera, a los veinte años, pude instalar el primer programa informático astronómico. Cosmos, se llamaba, para MSDOS.
Una de las primeras cosas que hice fue simular el cielo de Jerusalén en los tiempos del nacimiento de Cristo. Obviamente, la estrella de Belén, no estaba.
Cristo no nació en el año cero, porque ese año no existió. Por mucho que se empeñen algunos. Buena monserga dieron con el fin de siglo en 1999 o ahora con el fin de la década. Se cree que lo hizo más tarde de lo que pensamos.
También por los evangelios se deduce que era verano si los pastores estaban en el campo de noche cuando se les apareció el Ángel anunciador.
No sabemos que pasó en el cielo, pero sí que hubo conjunciones (los planetas se ponían alineados vistos desde la Tierra), ocultaciones de Júpiter por la Luna, y también hay registrados estallidos de supernovas, aunque la verdad, es que no han dejado huella, como la nebulosa del Cangrejo.
¿Qué vieron los Reyes Magos de entonces? Los Reyes Magos eran astrólogos, en aquél tiempo, en que la superchería de la astrología iba unida a la ciencia de la astronomía.
Dicen que lo más seguro es que todas estas cosas que sucedieron, las conjunciones en la Constelación de Piscis, más el estallido de una supernova, hicieron a los Reyes Magos pensar que algo iba a suceder en la tierra de los judíos. Piscis, el pez, recordad, fue por mucho tiempo el signo de los cristianos.
En todas las culturas, los semidioses, hijos de Dios y de humano, aparecen. Basta recordar a Hércules (Heracles), hijo de Zeus y Alcmena. Y también, siempre están relacionados con el mundo de la astronomía. La Vía Láctea, según la mitología griega, es el reguero de leche que soltó Hera, la esposa de Zeus, cuando mientras amantaba a Hércules pequeñito se dio cuenta que era él y se lo retiró de pronto.
El creer o no creer depende de cada uno. Pero lo cierto que tenemos, lo único cierto que tenemos, es el cielo que vemos. Las estrellas. Con ellas sí que no hay dudas de Fe. Pero eso no impide, que yo, como cristiano, os desee Feliz Navidad.

1 comentario:

Ana dijo...

Alfonso...Te deseo unas felices fiestas, nos leemos a la vuelta.
Muchos besitos.